Nathan's Famous frankfurters. 1310 Surf Avenue. Coney Island, Brooklyn. NYC.

Friday, April 18, 2008

BRINGING HOME THE BACON




Acaba de hacerse público que el Gobierno Federal Americano, a iniciativa de diferentes parlamentarios, se ha gastado tres millones de dólares en un interesante estudio sobre el ADN del oso grizzly de Montana, un millón de dólares en proyectar un museo dedicado a conmemorar el festival de Woodstock de 1969 y no se sabe cuánto en el llamado "bridge to nowhere", que une un islote deshabitado de Alaska con tierra firme. Tres claros ejemplos de lo que se conoce como pork barrel politics, o lo que es lo mismo, la aprobación deprisa y corriendo de proyectos que comportan unos gastos injustificables desde la óptica de la razón con el único fin de premiar a un determinado grupo de personas o empresas que durante la campaña han mostrado su claro apoyo al político en cuestión. El término pork barrel proviene del siglo dieciocho, cuando en las plantaciones sureñas era común premiar al esclavo más trabajador con un barril de cerdo en sal, lo que provocaba auténticas competiciones entre ellos. Y de ahí a nuestros días, ejemplos a miles. Lo curioso, o no, es que históricamente la palma en la práctica del pork barrel se la llevan de calle los miembros del partido demócrata. Por todo ello no es de extrañar que el senador McCain haya aconsejado a "los hippies que quieran revivir Woodstock" que se compren el disco, y que desde la tribuna de oradores del Senado haya recreado un diálogo entre un biólogo de Montana y un oso grizzly:
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"Please, Mr. bear: That bear cub over there claims you are his father, and we need to take your DNA."

O tiene mucho sentido común o es un cachondo.

1 comment:

Míriam said...

Both, common sense and...